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El calentamiento del mar y la sobreexplotación pesquera están poniendo en riesgo el suministro de Omega-3 en el Mediterráneo. Un estudio liderado por el Institut de Ciències del Mar-CSIC ha analizado el perfil lipídico de casi 3 mil individuos de 36 especies capturadas en la costa de Girona. Los resultados muestran que el suministro de este ácido graso, considerado esencial para la salud de las personas y un excelente indicador de la salud de los organismos marinos, ha pasado de 15 a 6 toneladas anuales en más de 20 años. Lo que equivale a un descenso del 60 por ciento. Las especies más afectadas son las que viven en aguas templadas y frías como la sardina, la anchoa, la merluza o la caballa. Hay especies que prosperan con el cambio climático como las gambas o el pulpo pero no llegan a sustituir el valor nutricional de las que están en retroceso. La comunidad científica alerta de que estamos ante un reto de salud pública ya que la falta de Omega-3 puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, algún tipo de cáncer y problemas neurológicos. Ante este escenario se propone reforzar las gestión pesquera para recuperar poblaciones locales y fomentar el consumo de especies infrautilizadas como la alacha y la anjova y aprovechar mejor los subproductos ricos en Omega , y priorizar el consumo directo de pescado en vez de destinarlo a harinas y aceites para la acuicultura. |